La Tensión Arterial (TA) es una medida que nos indica la resistencia que ofrecen las arterias al paso de la sangre. Esta resistencia es la que tiene que vencer el corazón para bombearla a todo el organismo, suministrando el oxígeno y los nutrientes necesarios para la supervivencia.
Uno de los mayores peligros de la Hipertensión es que se trata de un mal silencioso, de tal manera que podemos tener la tensión arterial elevada y no mostrar síntomas.
La Hipertensión, por tanto, es una señal que nos avisa del riesgo a sufrir, en un futuro, varios trastornos orgánicos: problemas cardíacos (infarto, angina o insuficiencia cardíaca), renales (insuficiencia renal) y cerebrales (hemorragia o infarto cerebral ya la larga, demencia)
Es por ello que, a pesar de no sufrir ningún problema aparente, siempre es recomendable tomar medidas para el control de la TA, especialmente a partir de una edad.
Se estima que un 20% de la población, de entre 40 y 65 años, la padece; y el 50% a partir de los 65 años.
Medida de la tensión arterial
El valor de la TA puede variar según la hora del día o bien según ciertos estados físicos de la persona (estrés, realización de ejercicio, etc.)
Condiciones personales para una correcta toma de la TA:
Consejos para la hipertensión leve
Cuando los valores de la TA empiezan a subir un poco, hay que intentar variar el estilo de vida para conseguir llegar a la normalidad.
Algunos de los factores de riesgo que predisponen a padecer una enfermedad cardiovascular no se pueden modificar: la edad, el sexo, la etnia y los antecedentes familiares ... Sin embargo, existen otros factores que sí podemos modificar.
Si con el cambio de estilo de vida continuara la TA elevada, se debería consultar con el médico para comprobar la necesidad de instaurar un tratamiento adecuado.
En cualquier caso, el tratamiento debe ser individualizado y hay que ser muy constante en su mantenimiento.
También es importante saber que existen ciertos medicamentos que pueden provocar un aumento de la TA (los anticonceptivos, algunos antiinflamatorios y antiácidos, los antihistamínicos y descongestivos nasales, la cafeína, la teofilina, algunos antidepresivos, etc.)
Hipertensión durante el embarazo
El embarazo provoca un estado de cambios anatómicos y fisiológicos del cuerpo y, a veces, a partir de la 20ª semana puede producir un aumento de la presión arterial que desaparece después del parto.
En estos casos y bajo control médico, convendría tener un especial control de la presión, reduciendo el consumo de sal y haciendo reposo.